La iglesia parroquial está dedicada a San Juan Bautista. Es renacentista, de principios de siglo XVI. Hay una magnífica bóveda de crucería estrellada en la capilla mayor. A la portada le precede un grandioso pórtico de tres arcos. A 1 km. se encuentra la ermita barroca de San Pelayo. Cuenta con un campo de golf.
Situado a 51 kilómetros de la ciudad de Valladolid, conserva un sabor típicamente añejo, donde parece que el tiempo no haya pasado.
Antes de entrar a Bocigas, lo primero que nos vamos a encontrar es una pequeña laguna junto a la carretera nacional que conduce a Madrid, en donde aves como la garza o peces como la carpa, tienen su hábitat natural.
Dentro del pueblo llegamos hasta la Iglesia de San Juan Bautista, renacentista, del siglo XVI, construida en ladrillo. De una sóla nave, entre pilastras adosadas, la capilla mayor destaca por su magnífica bóveda de crucería estrellada. Al exterior destaca un pórtico adintelado de tres arcos con la imagen de San Juan. Puede ser visitada contactando con el Ayuntamiento.
A las afueras del pueblo junto a un inmenso pinar se sitúa la Ermita de San Pelayo, barroca, de ladrillo y con un arco mudéjar donde se pueden apreciar frescos que representan a Jerusalén, en el altar mayor.
Las fiestas, por orden cronológico, empiezan el 2 de mayo con San Segundo, donde es típico comer chorizo así como pasteles después de la misa y la procesión. El 24 de junio veneran a San Juan Bautista, titular de la iglesia. Dos días más tarde, San Pelayo, festejado con una misa en la ermita. La última fiesta del año llega con la Natividad de la Virgen el 8 de septiembre, con una gran paellada. Este pueblo celebra año tras año la matanza, donde es típico tomar arroz con leche y naranja el día de Viernes Santo.
Para disfrutar del ocio y el contacto con la naturaleza nada mejor que practicar golf en el campo rústico que ofrece el municipio.